Las aspas del molino giran, suben y bajan con el soplido del viento. Imagínate estas aspas al ritmo de tus balanceos, con la brisa o la tempestad del amor, mientras se muelen los flujos sexuales dentro del molino.
La pareja se estira boca arriba, cada uno hacia un lado, con los codos apoyados en el suelo. Luego, la mujer se pone encima de su pareja permitiendo que él la penetre tranquilamente. Ayudada de sus brazos, elevará su cuerpo y rodea con sus piernas el torso. Él utilizará sus piernas para rodear tu cintura, poniendo una por encima de tu estómago. En cuanto comiencen las embestidas, sentirás como tu cabeza da vueltas sin parar. Como el clítoris está poco solicitado en esta posición, el hombre se encargará de excitarlo con sus dedos, mientras que ella sigue moliendo con sus movimientos.
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